La crisis sanitaria provocada por la aparición de la COVID-19 ha supuesto muchos cambios en nuestras vidas. Uno de ellos es la medida de seguridad impuesta por gran parte de las empresas para evitar el contacto de los trabajadores entre sí. El teletrabajo internacional se ha convertido en la mejor garantía para luchar frente al coronavirus. ¿Esto supone el fin de los viajes de negocios?
El teletrabajo internacional y sus consecuencias
A lo largo de estos meses de pandemia se ha podido comprobar cómo se iban cancelando cientos de reuniones y congresos en nuestro país, generando una afectación económica importante a las agencias de viajes andorranas. Y es que esto ha supuesto una importante reducción, no solo de los viajes de placer, sino también de los viajes de negocios, a consecuencia del teletrabajo internacional. Se plantea, así, un escenario realmente complicado para la economía del sector servicios, que en Andorra representa el 80% de su PIB.
En su lugar, las videoconferencias se han convertido en la mejor alternativa para esos encuentros internacionales. Las empresas andorranas no han dejado de realizar sus desplazamientos, aunque sí que es cierto que su movilidad fuera de nuestras fronteras se ha visto reducida. Esta medida se ha establecido como clave para frenar la propagación del coronavirus. Ahora, la nueva tendencia es desplazar a los trabajadores por un tiempo determinado a vivir a la ciudad o lugar donde sea imprescindible para realizar su labor. De hecho, cada vez son más las empresas que apuestan por esta iniciativa. Se evitan así los desplazamientos regulares innecesarios sin tener que perder los beneficios de la actividad laboral. Es decir, si un trabajador se desplazaba de manera frecuente a España por motivos de trabajo, ahora se le ofrece residencia allí a fin de evitar continuos viajes de trabajo. Una solución que favorece a ambas partes: empresa y trabajador.
La soledad de este tipo de trabajo
Trabajar desde casa tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes. La mayoría de personas que han tenido que acatar esta medida echan en falta el contacto social con sus compañeros y/o clientes. Por otro lado, gran parte de los trabajadores reconocen que de esta manera dedican más tiempo a su trabajo de lo que hacían cuando se desplazaban hasta su oficina. Por este y otros motivos, muchos de ellos optan por el desplazamiento temporal, pero continuo a otras ciudades. Esto rompe con la soledad y la falta de contacto social impuestos por la pandemia.
En definitiva, y hasta que no haya una vacuna eficaz, las relaciones laborales evitarán en la medida de lo posible los viajes de negocios, especialmente lejos de nuestras fronteras.
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