El subviraje y sobreviraje hacen referencia a diferentes pérdidas de control del vehículo durante la conducción. ¡Te contamos en qué consistes ambos conceptos y cómo reaccionar ante ambos!
Diferencias entre subviraje y sobreviraje
El control de la tracción o los programas electrónicos de estabilidad o ESP, son dispositivos de seguridad obligatoria. Sin embargo, no siempre consiguen evitar los incidentes al 100%. Aunque la tecnología avanza, no es perfecta, y diversos factores pueden afectar a su rendimiento en determinadas situaciones.
Además de los sistemas de seguridad, también existen técnicas de conducción que pueden servirnos de ayuda en momentos comprometidos. Estos hacen referencia al subviraje y sobreviraje; dos pérdidas de control del vehículo que se dan en las curvas. Las causas suelen ser un exceso de velocidad, neumáticos en mal estado, poca adherencia al pavimento o movimientos bruscos del volante, principalmente.
El subviraje es el derrape que se produce en las ruedas delanteras al tomar la curva. El vehículo no gira tanto como debería, aunque hayamos girado el volante y la trayectoria se abre más de lo debido. Al entrar en la curva, el vehículo intenta seguir la trayectoria, pero las ruedas están giradas hacia el vértice de la curva a trazar.
Por el contrario, el sobreviraje hace referencia al derrape de las ruedas traseras, y el trazado de estas se sale de la dirección que marcan las delanteras. De no controlarse la situación, puede producirse el efecto de trompo. Es más frecuente en los coches con tracción trasera.
Consejos para controlarlos
Ahora que ya conoces la diferencia entre subviraje y sobreviraje, es importante conocer cómo reaccionar si te encuentras en esta situación. En el subviraje, la causa suele ser un exceso de velocidad, aunque también afecta una dirección imprecisa o un pavimento que patine.
Para corregirlo, se debe levantar el pedal del acelerador e intentar controlar la dirección con suavidad, al tiempo que se deshace el giro. Si se pisa el freno de forma brusca, se bloquea el tren delantero y el efecto sería aún mayor. Por lo tanto, hay que hacerlo poco a poco, aunque se disponga de antibloqueo ABS. De carecer de este, al soltar el acelerador se irán dando toques pequeños al freno para imitar su efecto.
Cuando el problema es el sobreviraje, la causa es un exceso de potencia en el tren trasero, cambios muy bruscos en la dirección o los desplazamientos de carga, entre otros. Para su control, hay que pisar el embrague y girar el volante en la dirección de la derrapada. Es decir, a contravolante. De este modo, las ruedas adquirirán la misma orientación que el lado por el que se ha derrapado y se eliminarán las fuerzas del freno motor.
Si ya se ha logrado corregir la trayectoria, es el momento de soltar el embrague progresivamente y pisar con suavidad el acelerador. Siempre de una manera controlada para mantener la estabilidad y evitar que se produzca un trompo.
Ya conoces la diferencia entre subviraje y sobreviraje y cómo corregirlos. Pero recuerda que un buen seguro de coche es lo que te dará la tranquilidad que necesitas. ¡Contacta con Assegur!