La vida sedentaria no es un aliado de la vida sana. Es por eso que te queremos contar las principales consecuencias del sedentarismo sobre la salud. En esta línea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la inactividad física es un problema de salud pública a nivel internacional. Sigue leyendo para descubrir cómo repercute la falta de actividad en tu organismo para ser consciente de los riesgos que corres y así poder cambiar tu forma de pensar y de actuar. Es el momento de adoptar un estilo de vida saludable.
Remedia las consecuencias del sedentarismo
Asociamos el tiempo libre al sedentarismo. De hecho, el tiempo que pasamos viendo la televisión, navegando por Internet o simplemente sentados en el sofá, es tiempo que no dedicamos a fomentar una vida sana mediante el ejercicio y la actividad física. De igual modo, en el trabajo pasamos la mayor parte de la jornada laboral sentados. Y, por supuesto, para desplazarnos usamos el coche o el transporte público, que tampoco ayuda a que hagamos ejercicio físico.
Este estilo de vida nos condena al sedentarismo y las consecuencias sobre la salud son inmediatas. Entre ellas, están las siguientes:
- Al hacer menos ejercicio físico se queman menos calorías. Por tanto, nuestro peso corporal puede aumentar. Si no cuidamos nuestra alimentación podemos vernos en un escenario de sobrepeso o de obesidad.
- Pérdida de masa muscular. Esta es una de las consecuencias directas de la falta de actividad física. Al dejar de usar los músculos se pierde resistencia y, además, masa muscular.
- Debilidad en los huesos. Si no nos movemos los huesos pierden parte de su contenido mineral. Por tanto, se debilitan y ello puede acarrear problemas de salud en el futuro.
- Problemas en el metabolismo. A largo plazo se corre el riesgo de alterar el metabolismo. Entre otras consecuencias esto puede implicar que el organismo tenga dificultades para sintetizar las grasas y los azúcares.
- Fallos en el sistema inmunitario. De igual modo, el sistema inmunitario se puede ver debilitado. De esa forma somos más propensos a sufrir enfermedades.
- Circulación de la sangre. La vida pasiva y la inactividad afectan también al riego sanguíneo. De hecho, una situación prolongada sin hacer ejercicio repercute en una mala circulación de la sangre.
- Desequilibrio hormonal. Una persona que realiza poco ejercicio físico tiene más probabilidades de sufrir un desequilibrio hormonal.
Naturalmente, todos estos factores pueden desencadenar una mala salud así como ser la consecuencia directa de sufrir enfermedades crónicas. Entre ellas, hipertensión, enfermedades del corazón, obesidad y osteoporosis.
Recuerda que el movimiento es salud y nosotros apostamos por el ejercicio y la vida sana. Además, si quieres cuidarte y cuidar a los tuyos, no dudes en conocer nuestra oferta sobre los seguros de salud.