¿Qué es la leishmaniasis canina? En el argot familiar se la conoce como el síndrome de inmunodeficiencia canina y por eso se dice que los perros que la contraen son seropositivos. Es una enfermedad transmitida por ejemplares hembra de la mosca de la arena. Por lo general afecta a animales, pero, de manera secundaria, puede afectar a humanos. La infección de manifiesta de formas muy diferentes de un perro a otro. Y puede ser tan leve que se cure espontáneamente o tan grave que conduzca a la muerte, si no se adoptan el tratamiento y la terapia adecuados.
Una vez contraída la enfermedad, rara vez se logra una cura total y es frecuente que el perro deba volver a tratarse más de una vez. La vacunación asociada al uso de insecticidas tópicos es sin duda la forma más eficaz de prevención y control de la enfermedad.
Ahora que ya sabes a grandes rasgos qué es la leishmaniasis, aprendamos un poco más sobre ella para proteger mejor a nuestros mejores amigos.
¿Qué es la leishmaniasis en realidad?
Más que una enfermedad, la leishmaniasis es un grupo de enfermedades producidas por la invasión de parásitos del género Leishmania, en concreto por la mosca de la arena hembra. Y afecta a mamíferos. Sobre todo a perros, pero también a humanos y roedores, entre otros.
Se transmite principalmente por las actividades hematófagas de los insectos; es decir, que estas moscas transmiten la enfermedad al alimentarse de la sangre de perros y personas. Como en otras enfermedades transmitidas por mosquitos, al introducir la trompa en la piel para succionar la sangre, se inocula la enfermedad. La leishmaniasis está presente en al menos 98 países y 3 territorios en los 5 continentes.
Aproximadamente 70 especies de mamíferos, incluidos los humanos, pueden padecer esta enfermedad, pero la infección es más común en perros y roedores. Al contrario que en otros ciclos parasitarios, los científicos no saben hasta qué punto el anfitrión es necesario para que el parásito se reproduzca.
Pero ¿qué es la leishmaniasis en lo que se refiere a sus síntomas? La verdad es que las moscas de arena causan una amplísima variedad de problemas. Desde la leishmaniasis cutánea autocurativa hasta la leishmaniasis visceral diseminada, que es mortal. Entre las formas clínicas de la enfermedad, la kala-azar o leishmaniasis visceral es la más grave y progresiva, ya que casi siempre es mortal si no se trata.
El número y la intensidad de los síntomas vienen determinados por un conjunto de factores que tiene que ver con la cepa del parásito, la genética y el estado inmunológico del huésped. Por eso, algunos perros consiguen controlar la infección durante muchos años, sin que aparezcan síntomas, y en ocasiones pueden incluso evolucionar a una curación espontánea. Por otro lado, algunos perros infectados pueden presentar una evolución aguda y una enfermedad grave, o un curso progresivo que conduce inexorablemente a la muerte, si no se adopta una terapia adecuada.
¿Qué es la leishmaniasis? ¿Cuáles son sus síntomas?
El diagnóstico clínico de esta enfermedad es complejo, ya que casi el 50% de la población canina afectada no presenta síntomas reconocibles. Además, cuando los perros están enfermos, manifiestan un espectro clínico variable e imprevisible. De hecho, la leishmaniasis es una enfermedad crónica y multisistémica que puede afectar a cualquier órgano.
Los síntomas pueden estar presentes desde tres meses hasta varios años después de que los perros se infecten y pueden concretarse en:
- linfadenopatía, que afecta principalmente al poplíteo, ganglios linfáticos y submaxilares
- Las anomalías dermatológicas se producen más tarde y son frecuentes y variables tanto por sus características como por extensión.
- La enfermedad renal puede ser la única manifestación clínica de la leishmaniasis y puede progresar desde los grados más leves hasta enfermedad renal en etapa terminal. La insuficiencia renal crónica es un resultado grave de la progresión de la enfermedad y es la causa más común de muerte.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad?
Existen dos sistemas que contribuyen al establecimiento de un diagnóstico, pronóstico y tratamiento más precisos, pues agrupan a los perros afectados según la gravedad de la enfermedad
- En el sistema LeishVet, la enfermedad se clasifica en cuatro etapas de evolución según la exploración física y asociada con los niveles de anticuerpos: [Etapa I: enfermedad leve; Estadio II: enfermedad moderada (Subestados A y B); Estadio III: enfermedad grave; Estadio IV: enfermedad muy grave]
- El Sistema del Grupo de Trabajo de Leishmaniasis Canina clasifica a los perros en cinco etapas según el estado clínico y asociado con el diagnóstico serológico y parasitológico y anomalías clínico-patológicas: [Etapa A: perros expuestos; Etapa B: perros infectados; Estadio C: perros enfermos (perros con leishmaniasis clínicamente evidente); Estadio D: perros gravemente enfermos; Estadio E: no responde al tratamiento o recaída temprana]
¿Son algunos perros más susceptibles que otros?
Los mecanismos inmunitarios responsables de la resistencia o vulnerabilidad a la infección aún no se conocen bien. La eficacia de la respuesta inmune es un aspecto fundamental en el desarrollo y la progresión de la enfermedad, pero los científicos aún no tienen datos concretos.
Parece que algunas razas, como Bóxer, Cocker Spaniel, Rottweiler y Pastor Alemán, son más vulnerables a la leishmaniasis y que esto está relacionado la cadena genética. De la misma manera, pero en sentido contrario, el sabueso ibicenco es más resistente a la enfermedad.
La mayor tasa de infección en las razas de perros de trabajo se debe posiblemente a un mayor tiempo de contacto con el insecto transmisor en ambientes de exterior. Aunque no acuerdo sobre este punto, la longitud del pelaje probablemente puede influir en el riesgo de infección, ya que es una característica que varía mucho entre las razas caninas. En resumen, parece que las posibilidades de contraer la infección por Leishmania son menores en las hembras de raza mixta, con pelo largo, mantenidas y criadas en interiores sin la presencia de un entorno verde cercano a la casa.
¿Qué es la leishmaniasis? ¿Es posible prevenirla y controlarla?
Teniendo en cuenta que la picadura del la mosca de la arena es la vía de transmisión más importante de la leishmaniasis, las medidas de control de la infección deben centrarse principalmente en prevenir el contacto con el insecto transmisor. Esto puede lograrse a través de barreras físicas (mallas finas en ventanas y perreras), barreras químicas (repelentes), o manipulación (evitando la exposición al crepúsculo, etc).
El problema es que estas medidas, aunque ayudan a prevenir, no garantizan en absoluto que el perro no vaya a contraer la enfermedad. El animal aún necesita poder responder al desafío de la infección causado por las picaduras por sí mismo. Y su respuesta inmune debe conseguirse a través de la vacunación. O, como última alternativa, por medicamentos quimioterapéuticos, que pueden estimular el sistema inmunológico para ayudar a combatir las infecciones.
Productos
Los productos repelentes disponibles para prevenir la leishmaniasis contienen piretroides sintéticos (deltametrina, permetrina o flumetrina). Solos o en combinación con otros insecticidas, lo que muestra un efecto sinérgico sobre los insectos. El efecto de protección contra las moscas de arena después de su uso puede variar de 2 a 4 semanas en formulaciones puntuales a 4 a 8 meses en collares de PVC impregnados (Scalibor® y Seresto®), que deben usarse tanto en perros infectados como no infectados.
Vacunación
La vacunación es una herramienta reciente para los dueños de mascotas y, desafortunadamente, las vacunas comerciales disponibles tienen una baja eficacia protectora de aproximadamente 68-71% (Canileish® 68,4%; Leish-Tec® 71%).
No hay evidencia científica de que el sacrificio de perros que hayan dado positivo en leishmaniasis pueda reducir la incidencia de la enfermedad. En los países en donde esta medida se ha aplicado, ha sido un rotundo fracaso. Por ejemplo, en Brasil, algunos países del este de Europa y Asia Central. Por tanto, podemos concluir que la vacunación, en combinación con los insecticidas, es la mejor forma de prevenir la leishmaniasis.
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