Cómo organizar tu armario paso a paso

Como-organizar-tu-armario-paso-a-paso

Si ya sientes miedo hasta de abrir un cajón para sacar tu ropa, hoy es el momento de darle un respiro a tu habitación. Te contamos paso a paso cómo organizar tu armario de una forma sencilla y hasta entretenida. ¡Allá vamos!

Las claves para organizar tu armario con éxito

Los espacios ordenados no solo nos permiten encontrar cosas con mayor facilidad y sin esfuerzo, sino que además nos transmiten esa misma sensación. Si en lugar del armario, piensas en tu casa o en el escritorio, seguro que te acuerdas de más de una ocasión en la que sintieras que todo era un caos, hasta tu vida, solo por el hecho de que lo te rodeaba carecía de organización. 

Si bien se trata de objetos, el hecho de guardar los que no usamos o de mantener los que sí desorganizados, su repercusión va más allá y puede llegar a afectar la manera en que nos sentimos. Por eso, si quieres organizar tu armario para saber lo que tienes dentro, y además agregar un poco de paz a tu vida, no te pierdas los trucos que te dejamos a continuación.  

Saca fuera todo lo que tengas dentro

El proceso de organizar tu armario se puede vivir como una catarsis. ¡Saca todo lo que llevas dentro! Para poder comenzar de cero con una nueva metodología, primero debemos dejar salir todo lo que ahora está ocupando lugar. Incluso si se trata de ropa. Además, te garantizamos que vas a encontrar, ¡por fin!, alguna prenda perdida desde hace meses, y hasta otras que ya ni siquiera recordabas que tenías. ¡Qué agradable será el reencuentro!

Te recomendamos que pongas todo sobre una cama o en el suelo, de manera que puedas visualizar lo que tienes. Como iremos viendo, lo más eficaz es crear categorías o clasificaciones por colores, estilos, prendas de ropa u outfits. Y para ello, necesitas ver qué cantidad tienes de cada grupo. 

Ahora que tienes el armario vacío, no está de más aprovechar para limpiar un poco. Pasa la aspiradora, limpia los estantes y deja que se airee. 

Revisa lo que ya tienes y elige lo que cuenta

El siguiente paso en esta catarsis de organizar tu armario es ser consciente de todo lo que tienes. Si quieres puedes conservarlo todo, pero dicen que menos es más y que, cuando quitamos lo viejo, hacemos sitio para lo nuevo.

Pero lejos de defender una mentalidad consumista, lo que queremos es que te deshagas de aquello que nunca te pones; de los estilos que ya no te convencen; de esa camisa o pantalón que tanto te encanta, pero que no te gusta cómo te queda; de las prendas incómodas, o de las que ya no te gustan como antes. 

Con ellas tienes diferentes alternativas. Pregunta en el vecindario si alguien necesita ropa, dónalas a alguna asociación que trabaje con grupos desfavorecidos en tu ciudad, haz un pequeño mercadillo entre tus amistades… ¡Tú decides! Esta fase puede llevarte incluso horas, así que tómatelo con calma y opta por la honestidad cuando valores cada prenda. 

Clasifica tus prendas

Cuando ya hayas hecho tu selección y empieces a sentir parte de la liberación que supone organizar tu armario, es el momento de clasificar todas las prendas por grupos. Así, haz montañas de camisetas, pantalones, jerséis, etc. Puedes incluso separar las camisetas de manga corta de las de manga larga, o las faldas de verano de las de invierno. 

Más adelante, en función del tamaño de tu armario o de las opciones de organización, podrás juntarlos o mantenerlos separados. Ten en cuenta que esto es solo una guía y que, al final, tendrás que optar por el método que más cómodo te resulte a ti, o que te funcione mejor a la hora de vestirte. 

Pausa para la observación

Antes de continuar, es importante hacer una pausa para mirar con detenimiento al espacio del que dispones. Tal vez no toda tu ropa esté en tu armario, sino que además utilizas cómodas para guardar tu ropa. De lo que se trata en este punto es de que veas qué tipo de prendas son las que más abundan, y qué espacio dispones para ellas. 

Por ejemplo, imagina que tienes una infinidad de faldas. Piensa de qué forma las ves mejor y dónde tienes más espacio. Si tienes una barra estrecha y otra ancha, puedes dejar la primera toda para faldas y la otra para camisas, pantalones y abrigos. O, si por ejemplo tienes pocos abrigos, pero abultan mucho, deja estos en esa barra estrecha y en la otra organiza las prendas como grupos. 

Aquí nuestra ayuda es limitada, ya que no sabemos cómo es tu habitación ni tampoco la cantidad o el tipo de prendas que tienes. La idea es que valores dónde crees que será más eficaz que pongas la ropa para verla y, sobre todo, usarla. 

Unas gotitas de lógica

Además de lo mencionado en el paso anterior para organizar tu armario, te sugerimos que emplees la lógica. Por ejemplo, si hay prendas que sabes que te pones más bien porque te encantan bien por trabajo o el motivo que sea, ponlas más a mano. Si has optado por un cajón, pon delante las prendas más populares en tu colección y detrás las que utilizas menos. 

Y si no quieres dividir tu ropa entre la de verano y la de invierno, si ahora está llegando la temporada de calor, pon las prendas más frescas en la zona más visible, y deja las otras que pronto dejarás de usar menos accesibles. 

Modifica a tu antojo

Por si acaso no se te había ocurrido, recuerda que tu armario no es fijo. Salvo raras excepciones, o como en el caso de las cómodas y similares, puedes modificar la altura de las baldas, quitarlas, o incluso poner más si quieres hacer más divisiones. 

El inconveniente que presentan las pilas muy altas de ropa es que no invitan a ver qué hay, y al final, por ahorrar tiempo, acabarás cogiendo la de más arriba, o tirarás de la más familiar. Para evitar que esto pase, se recomienda apostar por más baldas y un menor número de prendas en cada una de ellas. 

O, si prefieres tu ropa colgada y no doblada porque te resulta más rápido, añádelas en el lugar de los estantes. Si tu ropa es a tu gusto, el lugar donde las guardas también debe seguir la misma línea. ¡Siéntete libre para cambiar su aspecto! Para la ropa perchada, presta atención al largo de las prendas y colócalas todas mirando en la misma dirección. 

Dobla y coloca en perchas con orden

De nada nos sirve haber llegado hasta aquí para organizar tu armario, si ahora vas a lanzar las camisetas dentro del cajón de cualquier manera. Aquí también hay opciones; puedes poner varias columnas todas de frente, de lado si así aprovechas más el espacio, con las prendas apiladas unas sobre otras, o colocadas en vertical. 

Este último método está considerado como el más eficaz a la hora de guardar ropa. Consiste en hacer pequeños paquetes con cada prenda y colocarlos en fila dentro de un cajón, de manera que desde arriba puedes ver de qué prenda se trata. Si quieres rozar la excelencia, prueba a organizar tus prendas por colores creando un abanico. Esto es, empieza por el beige y sigue por el amarillo, el naranja, el rojo y así sucesivamente hasta llegar al negro. 

Para poner en práctica el doblado en vertical, te dejamos este enlace con los pasos para doblar siguiendo el método de Marie Kondo. ¡También viene genial para la ropa interior!

Accesorios y otros detalles

Por último, los accesorios. Primero, los que puedes añadir para facilitar tu organización, como ganchos donde colgar los cintos o los pañuelos; colgadores extensibles para dejar outfits preparados, o perchas con doble o triple capacidad para ahorrar espacio. En segundo lugar, tus accesorios, como perfumes, joyas o incluso maquillaje. Quizás los tienes en otro lugar, pero si usas el mismo armario, asegúrate de dejarles su propio estante. 

¡Y esto es todo lo que necesitas saber para organizar tu armario con éxito! Esperamos que te haya gustado y que te haya dado motivación suficiente para ponerte con ello. Para más artículos como este, ¡suscríbete o síguenos en las redes sociales!