5 formas de viajar de manera más sostenible

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Con un planeta en estado de alarma, no es posible seguir mirando a otro lado y fingir que no es nuestra responsabilidad. Existen múltiples formas de reducir nuestro impacto en el medio ambiente, y viajar de manera sostenible es una de ellas. Hoy te contamos cómo puedes viajar causando el menor daño posible.

Qué es viajar de forma sostenible

Lo primero es empezar definiendo conceptos. ¿Qué es viajar de forma sostenible? De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo, el turismo sostenible equivale a poder cumplir con las demandas o necesidades de la persona turista desde el punto de vista, social, económico y estético.  Pero al mismo tiempo, proteger la integridad cultural y potenciar las oportunidades de futuro de la comunidad que visiten, así como respetar la diversidad biológica y los procesos ecológicos esenciales.
El año 2017 fue declarado por las Naciones Unidas como Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, con la finalidad de crear conciencia entre la población y que tuvieran en cuenta las prácticas respetuosas con el medio ambiente, la conservación del patrimonio natural y cultural y proporcionar beneficios sociales y económicos para las comunidades locales que se visitan.
Desde un punto de vista práctico, las prácticas incluyen las tres R’s: reducir, reutilizar, reciclar; la protección de especies en peligro y la restauración de edificios y la lucha por ofrecer salarios dignos a quienes trabajan en el sector  o la defensa de los derechos de pueblos aborígenes.

Cómo viajar de forma sostenible

Con todos estos conceptos en mente, llega el momento de plantearse la cuestión que aquí nos concierne: ¿cómo es posible viajar de forma sostenible para cumplir con el respeto y la protección al medio ambiente, el patrimonio y las comunidades? ¡A continuación te dejamos cinco ideas o consejos que te permitirán poner en práctica al turismo sostenible!

Elige cómo vas a viajar

Durante la pandemia se pudo comprobar el impacto que tienen los viajes en avión, que se consideran la forma más contaminante de desplazarse debido a la cantidad de dióxido de carbono que emiten y que contribuye a que el cambio climático siga avanzando. Una alternativa más respetuosa con el medio ambiente es el tren, al menos si te mueves por Europa, te permite llegar a cualquier sitio. Además, en países como Francia abundan los trenes eléctricos, cuya electricidad se obtiene de la energía nuclear. Sobra decir que viajar en tren es más lento y menos cómodo, pero si el objetivo es el planeta, ¡esta será tu opción!
Pero si tu destino de viajes no admite esta posibilidad o si partes de una isla, siempre puedes elegir el avión, pero poner en práctica lo que se conoce como “viajar lento”. Consiste en visitar un número más reducido de lugares, por lo general tan solo uno o dos, y pasar más tiempo en cada uno de ellos. Es decir, reducir los desplazamientos en la medida de lo posible. Otros destinos que puedes recorrer en tren fuera de Europa son la India, el este de África, China y el sureste asiático.

Respeta la vida animal

Tanto en el lugar donde residimos como en los destinos a los que acudimos de viaje es probable que haya espectáculos que incluyen la participación de animales. Por mucho que nos quieran contar lo bien que les tratan y la cantidad de cuidados y atención que reciben, ningún animal optaría voluntariamente por vivir en un recinto frente a la libertad de la naturaleza. Por lo tanto, si deseas viajar de forma sostenible, hay que evitar acudir a todos estos espectáculos.
Pero, desafortunadamente, esta no es la única forma en la que no se respeta a los animales. Existen otras actividades como montar a caballo, en elefante e incluso nadar con tortugas o delfines que siguen la misma premisa. Es posible que estos últimos disfruten interactuando con el ser humano. Sin embargo, ten en cuenta que no eres solo tú, sino turistas y turistas los que visitan su entorno, y esto finalmente repercute negativamente en su bienestar.
Si vas a un destino de viajes donde se organizan actividades de este tipo, antes de lanzarte a contratarlas, haz una investigación sobre los touroperadores. Algunos tienen en cuenta el hábitat de los animales, impiden al turismo acercarse y organizan grupos reducidos. Otros, por el contrario, no prestan atención a estos aspectos, sino en la creación de una excursión que sea lo más atractiva posible.

Elige alojamientos con gente local

A todos nos puede encantar la idea de alojarnos en un hotel de cinco estrellas y disfrutar durante nuestras vacaciones de lujo y comodidades. Pero si la idea es viajar de forma sostenible, esta práctica se vuelve incompatible con este tipo de alojamientos. ¿Por qué motivos? En primer lugar, porque para su funcionamiento (cambio de toallas y de sábanas o la limpieza continua) hacen un gasto de agua muy elevado y totalmente prescindible. Además, cuentan con multitud de envases de pequeño tamaño fabricados con plástico y que, por sus dimensiones, no suele ser posible su reciclado.
Pero además de estos puntos, hay otro más importante, que es que suelen ser propiedad de personas extranjeras y con un alto poder adquisitivo. Esto significa que durante tus vacaciones no estás invirtiendo en la comunidad local, sino en quienes se han desplazado a este destino para su explotación. Una alternativa ideal son los alojamientos para huéspedes en casas locales, que puedes encontrar en varias plataformas. Hay de todos los tipos, por lo que también podrás disfrutar de una estancia agradable, pero a un  precio más económico y colaborando con la economía local.

Invierte en productos locales

Además del alojamiento en casas de personas locales, los souvenirs y recuerdos también se deben tener en cuenta si se desea viajar de forma sostenible. Hay que diferenciar entre aquellos que se producen de manera local y los que se traen importados de países como China. El precio de estos últimos será mucho más bajo, pero el producto en sí tampoco tendrá ningún atractivo especial, ya que habrá mil más como ese.
En las pequeñas aldeas, los artesanos y artesanas suelen dedicar su tiempo a la fabricación de productos de atractivo turístico, que sean una representación de la cultura. Adquirir sus creaciones permite cuidar el patrimonio cultural y, al mismo tiempo, contribuye a aumentar los recursos económicos de la población local.
Otro aspecto a considerar en la compra de productos son los materiales empleados. Igual que hacíamos hincapié en el respeto a los animales y su entorno, también debemos mencionar el uso de pieles u objetos como las conchas de mar. Estas prácticas son habituales en países como Vietnam o Mongolia, donde se ofrece a los turistas productos que implican la explotación de animales exóticos. Esta práctica es totalmente inaceptable y contribuye, además, con el tráfico ilegal.

Prescinde del plástico

El plástico se ha convertido en uno de los principales enemigos del planeta. La creación desenfrenada de productos que no pueden degradarse, sino que se van descomponiendo en pedazos cada vez más pequeños está poniendo en riesgo incluso nuestra propia supervivencia a largo plazo. Las normativas actuales se dirigen a la prohibición de envases plásticos de un solo uso, pero hay que prestar atención a las alternativas, ya que estas pueden ser incluso peores. Lo ideal es optar por envases que puedan reusarse múltiples veces o por carecer de estos completamente. 
Cuando viajes, sigue estas prácticas, y en lugar de adquirir pequeños envases, optar por los productos de cosmética sólidos, como jabones o champús. Pero además de estos objetos, nuestra ropa también lleva plástico, como las fibras sintéticas o poliéster. Aunque estas sí pueden usarse varias veces, evita comprar si no lo necesitas, solo porque te encuentras en otro país. Y si realmente necesitas hacerlo o deseas colaborar con la economía local, elige prendas de algodón; a ser posible sostenible.
Si sigues estas cinco recomendaciones, habrás logrado viajar de forma sostenible. No obstante, recuerda que estas prácticas también son aplicables en el día a día, y no únicamente cuando viajamos. Y para disfrutar de tu destino sin preocupaciones de ningún tipo, no olvides contratar tu seguro de viajes con Assegur.

9 consejos para no contaminar las playas durante el verano

no contaminar las playas

Por fin, han llegado las tan deseadas vacaciones. Es tiempo de sol y playa. Pero, ojo. A todos nos gusta encontrarnos con los arenales y sus aguas limpias. Por desgracia, el ser humano es una de las principales amenazas para el medio ambiente. No olvides que tanto tú como tu familia sois parte de este mundo. Estos son algunos consejos para no contaminar las playas este verano. 

Los océanos, motor del ecosistema

Los seres humanos tenemos una gran deuda con la madre naturaleza. No podemos esperar a que sea demasiado tarde para abrir los ojos ante un peligro real como es el del cambio climático. Hoy más que nunca, queremos poner nuestro granito de arena para no contaminar las playas estas vacaciones. Y es que los océanos son los que impulsan los ecosistemas que hacen que la Tierra sea un lugar habitable para nosotros. De hecho, más de 3.000 millones de personas dependemos de la biodiversidad del mar y la costa. 

¿Sabías que los océanos absorben el 30% del dióxido de carbono generado por el ser humano? Sin embargo, la contaminación marina proviene en su gran parte de fuentes terrestres llegando a niveles realmente alarmantes. 

Pautas para no contaminar la playa este verano

Tanto si tienes familia como no, tú ejemplo puede ser de gran ayuda para el futuro de este planeta. Con pequeños gestos se puede reducir de manera considerable el grado de contaminación sobre playas y océanos. Estos son algunos consejos que puedes poner en práctica ya mismo:

  1. No tires nada de basura en la arena o al mar. Incluso puedes recoger aquellas botellas o envases que veas fuera de las papeleras. 
  2. Utiliza protector solar resistente al agua. De esta manera, evitarás que el producto acabe en el mar. 
  3. Evita hacer tus necesidades en el mar, ya que, a pesar de lo que muchos creen, esto aumenta la contaminación biológica. 
  4. No cambies el combustible de lanchas, motos acuáticas, barcos, etc. dentro del agua. 
  5. No arrojes comida al mar. Ni tampoco alimentes o captures a animales de la zona. Sacarlos de su ecosistema o darles comida no específica podría matarlos. 
  6. No tires al WC ni toallitas, ni compresas, ni bastoncillos ni ningún otro tipo de producto de higiene, ya que pueden acabar en el mar causando importantes daños ambientales. 
  7. Reduce, reutiliza y recicla. Evita el consumo de plásticos de un solo uso y reutiliza bolsas, envases y otros envases reciclables. 
  8. No apagues las colillas en la arena de la playa, ni las dejes tiradas por cualquier lugar. 
  9. Educa a los más pequeños en el cuidado del medio ambiente siendo un ejemplo para ellos. Organiza juegos en los que limpiar o recoger sea motivo de premio. 

Cuídate a ti y a los tuyos con pequeños gestos y hazte un seguro de vida con nosotros para más garantía. 

Consejos sencillos para contaminar menos y ayudar al medio ambiente

contaminar menos

En los tiempos que corren, contaminar menos es uno de los objetivos que todos nos proponemos cumplir en nuestro día a día. Hace ya décadas que la costumbre de separar la basura y depositarla en los contenedores adecuados se ha convertido en algo natural. El siguiente paso es desarrollar los siguientes hábitos para colaborar con la salud medioambiental del planeta.

Puede que nosotros no seamos los mayores agentes contaminantes, pero millones de pequeñas acciones unidas pueden hacer mucho para detener la contaminación.

Contaminar menos eliminando el uso de bolsas de plástico

El plástico es uno de los elementos más contaminantes que existen. Jamás se degrada y su acumulación en el fondo marino es un problema real. Una forma de eliminar plástico y contaminar menos es reducir el uso de bolsas de plástico en los supermercados. Como alternativa, te proponemos bolsas de rafia o de papel. Muchos supermercados piden a sus clientes sugerencias de mejora. Si es el caso del tuyo, sugiere que cambien las bolsas de plástico a materiales reciclables.

También puedes reducir el número de envases que usas si compras en mercados tradicionales en vez de hacerlo en grandes superficies.

Y la tercera ventaja de cambiar, no solo tus hábitos de envasado sino el lugar en el que compras es que apoyas al comercio local. ¿Cómo ayuda esto al medio ambiente? Eliminando sobre costes de embalaje y transportes, entre otras cosas.

Usa el transporte público para reducir la contaminación

En muchos casos es imprescindible moverse en vehículo propio, pero en otros no. Cada vez que escoges viajar en autobús, metro o tren reduces las emisiones de Co2 y por lo tanto ayudas a la mejora de la calidad del aire.

Si los horarios del transporte público no te convencen, quizá quieras probar a moverte en bicicleta. Así, además de contaminar mucho menos, harás ejercicio y multiplicarás el beneficio por dos.

Cambia tus bombillas para contaminar menos

¿Te has fijado en que las luces led no queman? Esta es la mayor diferencia con las bombillas incandescentes tradicionales. Estas últimas malgastan un 85% de la electricidad en producir calor. Un calor que no sirve para nada. Las luminarias tipo led solo iluminan. Por eso, si las usas, no solo pagarás menos en tu factura de la luz, sino que también contaminarás menos.

Usa materiales reciclados

¿Sabes cuántos árboles se necesitan para crear una tonelada de papel? Nueve árboles. No parecen muchos, pero en realidad esos nueve árboles equivalen a 250 paquetes de papel de 500 folios cada uno. Ahora la cosa se pone más seria ¿verdad? Por eso es buena idea usar papel reciclado siempre que se pueda.

También hay ropa deportiva que se fabrica con plástico reciclado. Te animamos a que busques las marcas que trabajan de esta manera o que colaboran en proyectos de sostenibilidad de su línea de producción.

En Assegur nos importa el medio ambiente tanto como nos importas tú. Compruébalo en el blog.