Cada cierto tiempo, la tecnología nos sorprende con algún nuevo invento destinado a facilitar nuestra vida. Y, en este caso, también a preparar alimentos más saludables. La freidora de aire, o air fryer, se ha convertido en la nueva protagonista de multitud de viviendas. Sin embargo, a pesar de que ahora están de moda, llevan ya algunos años con nosotros. Si tú también te has dejado cautivar y estás valorando hacerte con una, hoy vamos a hablar de las ventajas e inconvenientes de este pequeño electrodoméstico.
¿Qué es y cómo funciona una freidora de aire?
El primer modelo de la freidora de aire llegó en 2010, cuando la marca Philips lo presentó en la feria industrial IFA Berlín. Su éxito no parecía demasiado prometedor, y no ha sido hasta el último año cuando se han convertido en un auténtico boom.
Su publicidad anuncia platos más saludables y con menos calorías, pero además con un coste de preparación inferior a otras alternativas. Pero, ¿es realmente cierto todo lo que dicen o se trata de una mera estrategia de marketing?
Para dar respuesta a esta cuestión, vamos a comenzar por conocer cómo funciona una freidora de aire. Este aparato cocina los alimentos utilizando una corriente de aire muy caliente, que se mantiene en circulación constante a través de un ventilador y de una fuente de calor eléctrica.
La diferencia principal que encontramos con respecto a las freidoras tradicionales, es que estas últimas usan una grasa para cocinar los alimentos: aceite. Como ya hemos escuchado hasta la saciedad, los alimentos procesados y los rebozados son productos que, preferiblemente, deberían desaparecer de nuestra alimentación. Y en el caso de no querer renunciar a ellos, porque tampoco pasa nada por regalarse algún placer de vez en cuando, se recomienda que sean algo excepcional.
Hoy en día, por la falta de tiempo, las prisas y también porque nos hemos vuelto más cómodos, una gran parte de la población opta por comidas fáciles de preparar y, a ser posible, muy sabrosas. Pero el sabor tiene un precio, y no precisamente económico, ya que estos alimentos suelen contener una gran cantidad de grasas, calorías y una infinidad de aditivos. El problema de esta combinación no es solo que incremente el consumo calórico con respecto al gasto, sino que, además, repercuten negativamente sobre la salud en múltiples formas.
Ventajas de la freidora de aire
Ahora que ya sabemos cómo funciona una freidora de aire, podríamos añadir que, más que una freidora, se trata de un horno de pequeño tamaño. El sistema que utilizan para cocinar los alimentos es muy similar. La diferencia es que este es más pequeño y manejable y con un precio muy inferior. Pero, ¿qué otras ventajas nos ofrece?
Comida más saludable
Si comparamos la freidora de aire con la tradicional de aceite, poco hay que debatir al respecto. No es lo mismo freír unas patatas remojadas en aceite frito que cocinarlas con apenas unas gotas de este. No obstante, el mismo resultado puede conseguirse con un horno; todo depende de si contamos con uno en casa o no.
Alta eficiencia
La freidora de aceite presenta una buena relación entre el tiempo y la cantidad de energía que utiliza, puesto que se encuentra a medio camino entre el horno y la freidora tradicional. El primero necesita ser precalentado, lo que implica una cantidad de tiempo mayor. Pero la freidora de aceite se encuentra en el lado opuesto, con una cocción más rápida.
La media de tiempo que las freidoras de aire necesitan para cocinar los alimentos es de unos 20 minutos. En un horno se requiere algo más de tiempo, mientras que en las freidoras de aceite, están listas mucho antes.
Precio económico
Si estás valorando la opción de adquirir un horno, pero tienes problemas de espacio o de presupuesto, la freidora de aire es una excelente alternativa. Es posible conseguir una desde 50 €, lo que hace que se conviertan en un producto muy asequible para la mayoría.
En lo que respecta al consumo, y tal y como hemos indicado, requieren más tiempo para preparar los alimentos, lo que implica un mayor gasto de luz. Pero en contrapartida, se ahorra el desembolso en aceite, que de usarse con frecuencia, puede llegar a ser muy elevado.
Variedad de platos
Puesto que la freidora de aire funciona como un horno, no tiene las limitaciones de las de aceite a la hora de elaborar platos de comida variados. Más allá de las patatas, los nuggets o los aros de cebolla, estas freidoras permiten cocinar otros alimentos, como verduras o pescado. En lugar de ser asados al horno, ahora la preparación se asemejaría a la de una plancha. Así que si buscas un electrodoméstico que te ofrezca versatilidad, esta es una buena opción.
Fácil limpieza
Otro factor que pesa mucho a la hora de comprar electrodomésticos es el de la limpieza. Explosiones en los microondas, queso fundido incrustado en la bandeja del horno, pegotes incrustados en la superficie de la freidora y así un largo etcétera de ejemplos que nos resultan muy familiares.
La freidora de aire consigue salir casi ilesa en la lucha por la limpieza. Prescindir de aceite es ya una garantía de que el trabajo que nos dará no será excesivamente elevado, pero además, al ser de pequeño tamaño, facilita la eliminación de los residuos que puedan haber quedado tras cocinar. Además, los cestos que emplea suelen ser aptos para lavarse en el lavavajillas, aunque hay que tener cuidado para no perder antiadherencia.
Inconvenientes de las freidoras de aire
Como todo electrodoméstico, también hay una parte negativa que conviene valora antes de lanzarnos con la compra de un producto. Conocer esta parte nos ayudará a tomar decisiones más conscientes y acordes con nuestras necesidades.
Capacidad limitada
Si has echado un vistazo a los modelos de freidoras de aire del mercado, te habrá llamado la atención que tienen tamaños muy variables. Si nos centramos en el espacio que ocupan, definitivamente es menor que un horno, con el inconveniente de que estos se encastran y las freidoras de aire se colocan sobre una superficie. Además, son bastante más altas que las freidoras que usan aceite, por lo que antes de decidirte por un modelo en concreto, te recomendamos verificar sus medidas y ponerlas en comparación con el espacio que tienes disponible en casa.
Si nos centramos en el espacio interno; es decir, en la capacidad para cocinar alimentos, tus expectativas no pueden ser demasiado elevadas. Mientras que en un horno podemos llenar una bandeja entera, aquí el espacio se reduce drásticamente. Para una familia entera, habría que optar por las de mayor tamaño, pero quizás dejaría de compensarnos, por no hablar de las dimensiones que estas ocupan.
Textura menos crujiente
Hasta ahora no habíamos mencionado el resultado de este tipo de cocción, y ha llegado el momento de hacerlo. El sabor de los alimentos está logrado y es posible disfrutar de una comida sabrosa, siempre y cuando aderecemos mínimamente nuestros platos. Sin embargo, si lo que te fascina de las freidoras de aceite es ese acabado tan crujiente, sentimos decirte que las de aire te decepcionarán, ya que esta textura desaparece considerablemente.
Mayor tiempo de cocina
Este punto ya lo mencionamos en las ventajas, pero todo depende de con qué electrodoméstico lo comparemos. Por ello, recalcamos que si tu problema es el tiempo y por eso no valoras el uso del horno, esta freidora no es la solución que necesitas, ya que tarda más en cocinar que las de aceite, en especial si se trata de productos congelados.
Uso que se le dará
Por último, la utilización que se le vaya a dar a la freidora de aire es algo personal, pero es otro aspecto que debes valorar antes de comprarla. En un primer momento, y fruto de la novedad, la usarás con mayor frecuencia, pero pasado un tiempo, te darás cuenta de que tiene sus limitaciones a la hora de preparar recetas. Tenlo en cuenta para evitar acumular otro aparato en tu cocina.
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