Que levante la mano quien no haya tenido un dolor de espalda. Nadie se escapa de responder a esta pregunta y salir victorioso. Tener dolor y molestias en esa zona es más frecuente de lo que deseamos. Por ello, te contamos algunos consejos que harán más llevadera la relación con tu espalda.
Cómo mantener la espalda sana
El Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas de la Piel afirma que la mejor forma de tratar el dolor de espalda es enfocarlo en función de su causa, así como de los síntomas que presenta la persona afectada. En esta línea, desde este instituto de investigación recalcan que los ciudadanos pueden individualmente paliar este dolor e, incluso, reducir la posibilidad de que se cronifique. Por ello, te recomendamos algunos consejos para que cuides esta parte tan esencial de tu cuerpo.
- ¿Te has fijado cómo caminas? Si prestas atención, te darás cuenta de que todos tenemos tendencia a caminar encorvados. Evítalo y, en la medida de lo posible, reduce el uso de los zapatos de tacón, porque no son adecuados para mantener una espalda sana.
- Ahora que ya sabes cómo andar, vamos a percatarnos de la forma de dormir, porque también influye en tu espalda. Los expertos recomiendan dormir boca arriba; esta postura es beneficiosa para tu columna. Además, te ayudará que pongas una almohada debajo de tus rodillas y otra en las lumbares.
- Cuidado con esos kilos de más. Sí, el peso es un factor determinante. Por ello, has de vigilar la báscula, pues influye en las molestias que puedes sufrir en la espalda, dado que el sobrepeso produce una mayor tensión en sus músculos.
- En la oficina has de mantener una postura adecuada. Allí es donde pasas la mayor parte del día; por tanto, cuando estés sentado frente al ordenador recuerda hacerlo correctamente.
- Movimientos recurrentes. Si, por alguna razón, tienes que hacer movimientos recurrentes durante un tiempo o en tu jornada laboral, intenta hacer pausas para evitar que sobrecarguen la musculatura de tu espalda.
- Medita o haz ejercicios de respiración. La razón es bien sencilla, si evitas los nervios o el estrés estás evitando que tus músculos se contraigan y, por tanto, protegiendo tu espalda.
Aunque estas recomendaciones son muy sencillas, recuerda que ante un dolor muscular en la espalda, debes de consultar con tu médico de cabecera o con tu especialista. Ellos sabrán guiarte en este proceso hasta que recuperes tu salud y no tengas ninguna molestia.
Esperamos que estos consejos te hayan sido útiles. Si necesitas asistencia sanitaria para ti y para los tuyos, te recordamos que en nuestra web tienes la oportunidad de conocer las alternativas que te ofrecemos con nuestros seguros de salud. ¡No pierdas la oportunidad de conocer nuestros servicios!