El propio uso de un vehículo, así como otros factores relacionados con la climatología o el estado de las carreteras ocasiona un desgaste de sus piezas. Una de las más afectadas son las ruedas, y por ello, es frecuente preguntarse cuándo hay que cambiar los neumáticos. Te contamos lo que debes saber.
Cómo se dañan los neumáticos
Para saber cuándo debemos cambiar los neumáticos, es conveniente tener claro cuáles son aquellos aspectos que inciden directamente en el desgaste y que además pueden acelerarlo. En primer lugar, la antigüedad es un factor determinante, ya que con independencia del uso que se les dé, el paso del tiempo hará que vayan perdiendo sus propiedades.
Además de la edad, el estado de las carreteras también puede acelerar el desgaste y por tanto el momento de cambiar los neumáticos. Los baches, badenes, los bordillos o los objetos punzantes, entre otros, ocasionan daños superficiales. Y también la climatología, como las temperaturas extremas, la luz solar intensa o la nieve y el hielo aceleran el deterioro.
Por último, los hábitos de conducción, así como un uso inapropiado, determinan también la duración de los neumáticos. Así como la velocidad, los frenados de emergencia, la combinación de diferentes tipos de gomas o su uso en las estaciones incorrectas.
Cuándo cambiar los neumáticos
Si ya sabemos lo que puede acelerar el desgaste, es el momento de conocer cuándo hay que cambiar los neumáticos. No obstante, debido a los factores anteriores, se trata únicamente de una referencia, al poder acelerarse o retrasarse el cambio.
Los principios básicos dictan que después de cinco años de uso continuado, es conveniente inspeccionar los neumáticos cada año. Si no tenemos claro cómo hacerlo, lo ideal es acudir a un profesional, que también se encargará de cambiar las ruedas. De igual modo que para obtener la cobertura de seguridad necesaria, contratamos una póliza con una compañía aseguradora, como es el caso de Assegur.
Si transcurridos diez años desde la fecha de fabricación nunca hemos cambiado los neumáticos, los propios fabricantes recomiendan hacerlo aunque tengan un buen aspecto aparente. Como hemos indicado anteriormente, no solo la antigüedad es determinante en el deterioro, y las cualidades de la goma se van perdiendo a lo largo de los años.
En tercer lugar, el mantenimiento adecuado de las ruedas permite retrasar el momento del cambio. Vigilar la presión adecuada para que se mantenga dentro de los límites indicados por el fabricante, revisar el desgaste del dibujo sobre la superficie de la goma (el límite se encuentra en 1,6 mm) y la alineación de los neumáticos nos ayudará a prolongar su vida.
En cualquier caso, si notamos algo raro mientras conducimos o si nos hemos visto inmersos en alguna maniobra de emergencia se recomienda detener el vehículo y verificar el estado de las ruedas o bien llevarlo a un taller.