El refrán que dice “Ojos que no ven, corazón que no siente” podría aplicarse a la carrocería de un vehículo. Por norma general, nos preocupamos de limpiarla y cuidarla, pero aquello que no se ve, como los bajos de un coche, suelen caer en el olvido. Sin embargo, esta parte no solo se comprueba en las inspecciones generales, sino que además pueden dañarse en gran medida por la influencia de la climatología. ¡Te contamos cómo puedes protegerlos!
Qué son los bajos de un coche
En la actualidad, los vehículos continúan fabricándose principalmente con chapa de acero, debido a la relación que presenta entre su resistencia y la deformación con el frío. Pero al contener hierro, la humedad y la sal que se utiliza para el deshielo puede producir daños como la oxidación. Si se detecta a tiempo, el problema puede solucionarse, pero si no, la corrosión continúa su camino.
No obstante, los bajos de un coche traen de fábrica una protección pastosa que sella la chapa y la protege durante años. El grosor suele ser de medio milímetro, y además de evitar el óxido, también evita que la suciedad dañe las piezas del chasis y que la gravilla o las piedras que rebotan puedan arañar la superficie.
Antiguamente esta protección se fabricaba en betún, pero hoy en día consiste en una pasta de PVC de textura viscosa; con polímero en polvo, plastificante y otros aditivos. Cuando se calienta, se endurece y forma una película protectora.
Sin embargo, con el paso del tiempo se va secando y es conveniente verificar si presenta grietas o escamas. Se recomienda hacerlo cada ocho años aproximadamente, y además de comprobar los bajos, hay que revisar también otras zonas cercanas como los cantos o los pasos de rueda.
Cómo proteger los bajos
Para la protección de los bajos de un coche se utilizan los protectores y los selladores de cavidades. Este último consiste en una cera o grasa que llega mejor a los huecos y que crea una capa impermeable. Así, se impide que la carrocería pueda oxidarse. La elasticidad es menor que la de los protectores, pero la capacidad de arrastre es mayor y la protección más elevada.
Hay que tener en cuenta que, antes de colocarla, es necesario eliminar la anterior si se encuentra ya en mal estado o presenta óxido, y desengrasar todas las piezas. Si al pulirla se ha alcanzado la chapa, debemos utilizar también una imprimación pulverizada antes de aplicar la protección anticorrosiva.
Es conveniente recordar que cuanto más apliquemos, más rápido se gastará, así que lo adecuado es mantener el medio milímetro que ya mencionamos. Para el secado, 4 horas suele ser suficiente, y si se desea, es posible pintar o barnizar encima.
Esperamos que esta información sobre los bajos de un coche te haya resultado útil. Y si quieres mantenerte al día con nuestras publicaciones, ¡síguenos en las redes sociales!