Las llantas se asocian generalmente con la estética de un coche. Sin embargo, también tienen una función, y sus características repercuten en el vehículo. En este artículo te contamos los tipos de llantas que existen y las características de cada uno.
Algunas cuestiones básicas sobre las llantas
Tanto por cuestiones de estética como porque ha llegado el momento de cambiarlas, hay que tener en cuenta que en el mercado podemos encontrar multitud de tipos de llantas. Aunque la clasificación principal atiende a los materiales con los que han sido fabricadas, existen otras cuestiones que debemos tener en cuenta.
En primer lugar, el perímetro. El de las llantas de serie debe ser el mismo que el de la rueda. Si las queremos de mayor tamaño, habrá que apostar por neumáticos de perfil bajo; son más estrechos y quedará sitio para la llanta.
Este tipo de neumáticos ofrecen un buen rendimiento en las curvas, ya que la banda de rodadura hace mejor contacto con el suelo y la deformación es también menor. Pero, aunque se mejora la dinámica y la conducción se vuelve más suave, son más susceptibles a un pinchazo.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta la anchura. Cada neumático tiene un máximo establecido para garantizar la seguridad en la conducción. Además, a mayor tamaño, mayor peso, y este se multiplica por cuatro al circular. Por lo tanto, disminuye la capacidad de aceleración y el dinamismo.
Tipos de llantas según su material
Ahora que ya sabemos qué tener presente al elegir entre los tipos de llantas disponibles, vamos a conocer los diferentes materiales en los que se fabrican y las características de cada uno. Se trata de la clasificación más común, así que te resultará de gran ayuda.
Acero
También llamadas de chapa, son los tipos de llantas más utilizados para los vehículos de gama media y baja. Su mecánica es buena y el coste de fabricación reducido. Son robustas y resistentes, pero también más pesadas. Los diseños son también poco atractivos, ya que no permiten los radios. Por eso, acostumbran a ir acompañadas de tapacubos. La refrigeración de los frenos es también pobre.
Aleación
Son las más adecuadas para cualquier tipo de coche. El aluminio es el material principal, por lo que son muy ligeras. Ofrecen buena suspensión y un control del coche mayor, y además la refrigeración es buena. Como inconvenientes, a largo plazo se produce corrosión que puede afectar a los neumáticos y son sensibles a los golpes.
Magnesio
De coste elevado, son las más ligeras, pero también las más resistentes. Se utilizan en la competición, aunque los conductores que pueden permitírselas también apuestan por ellas. No obstante, se rompen fácilmente, su reparación es compleja, sufren corrosión y pueden quemarse con el calor.
Fibras de carbono
Son los tipos de llantas más ligeras, con mayor resistencia y rigidez y con una repercusión positiva en el rendimiento del vehículo. En concreto, mejora la aceleración, la frenada, la dinámica y el confort.
Elige las que mejor se adaptan a tus necesidades, pero no olvides que la seguridad es siempre lo más importante. En Assegur nos encargamos de que vayas bien protegido. Contacta con nosotros y consigue el seguro de coche más completo.