La jubilación es una etapa a la que toda persona llegará. Aunque puede suponer un alivio al desaparecer la obligación de ir a diario a trabajar, la costumbre de haberlo hecho durante décadas también puede tener un impacto negativo a nivel emocional. Si se acerca este momento en tu vida y quieres saber cómo gestionarlo, hoy te dejamos algunos consejos para preparar esta nueva etapa.
Un nuevo comienzo
Cuando una puerta se cierra, otra se abre de manera inmediata. Sin embargo, no todas las etapas de la vida se viven de la misma forma. Al terminar la universidad o los estudios, también empieza una nueva, que es la de adentrarse en el mercado laboral para conseguir la independencia económica.
No obstante, no es lo mismo un comienzo, que viene cargado de ilusión y nuevos retos, que llegar a la meta final. Tanto la energía como el modo de ver las cosas han cambiado, y por el simple hecho de que se lleva haciendo lo mismo durante varias décadas, el fin de esta rutina puede suponer un shock a varios niveles y tener un fuerte impacto emocional.
Por estos motivos, no son pocas las personas que experimentan una sensación de tristeza, pero también de inseguridad y miedo. Hay que tener en cuenta que los ingresos disminuyen y, con ellos, el poder adquisitivo que se tiene. Si bien los gastos también se verán reducidos en parte, se requiere un proceso de adaptación a esta nueva rutina.
Pero, ¿hay realmente una rutina? Este es uno de los grandes retos que se presenta, puesto que al disponer de más tiempo libre, es posible no saber en qué se puede invertir o con qué actividades llenarlo.
Aunque pueda parecer una tontería, dejarse llevar por la apatía y no buscar nuevas formas de entretenimiento pueden llegar a provocar ansiedad y depresión. Por eso, para que puedas afrontar esta etapa correctamente y la veas con ojos optimistas, aquí te dejamos algunos consejos.
Consejos para preparar la jubilación
Cada persona es un mundo y no hay un plan específico que sea aplicable para todas. Pero, lo que sí tenemos en común es, precisamente, que somos humanos. Por lo tanto, salvo que se tenga un poder adquisitivo muy elevado y se disponga de la suficiente tranquilidad, para la gran mayoría de los mortales la jubilación supone una fase incierta que no se tiene del todo claro cómo afrontar.
Para que te resulte algo más sencillo, aquí te dejamos algunas recomendaciones que te serán útiles con la preparación de la jubilación y el tránsito por ella.
Prepara tu mente
Si se acerca la fecha de tu jubilación y quieres afrontarla con fuerza para que la evolución sea positiva, es conveniente comenzar a visualizar cómo será la vida cuando finalmente llegue el momento.
Igual que durante la madurez hacíamos planes de futuro y construíamos sueños, la jubilación no es impedimento para dejar de hacerlo. Planifica qué harás con tu tiempo, piensa qué cosas has dejado de lado por falta de tiempo y busca los aspectos positivos de por fin dejar de ir a trabajar. Si fuera necesario, tampoco está de más buscar ayuda psicológica profesional para conseguir herramientas que ayuden con la transición.
Cuida las relaciones
La apatía es la sensación de desgana o desinterés por cualquier actividad. Esta aparece con bastante frecuencia tras la jubilación, por los motivos que mencionábamos antes de verse con demasiado tiempo libre en las manos y no saber qué hacer con él. La consecuencia directa de la apatía es el aislamiento en casa, al no salir o buscar actividades que resulten estimulantes y placenteras.
Una de las recomendaciones para la jubilación es la de aprovechar para cuidar las relaciones sociales. Por suerte, no somos las únicas personas que han alcanzado este momento, así que resulta bastante sencillo encontrar o crear un grupo con el que relacionarse.
En cada localidad, suelen existir centros sociales donde se organizan actividades cada semana y en las que es interesante participar. También se puede viajar con otras personas en la misma edad o apuntarse a alguna clase u hobby que siempre nos interesó, pero para el que nunca tuvimos tiempo.
Pasar tiempo con otras personas que están enfrentándose a la jubilación permite generar un clima de comprensión, de empatía y de apoyo mutuo, ya que es probable que haya altibajos durante esta etapa.
Pasa tiempo en familia
Además de las relaciones sociales, también es importante dedicarle tiempo a la familia. El trabajo ha sido siempre el principal impedimento para relacionarse con los seres queridos. Pero ahora que esta obligación desaparece, es posible invertir el tiempo que se tiene en visitar a otros parientes.
En lo que respecta al núcleo familiar, la jubilación también implica cambios en casa. Ahora, se pasarán más horas aquí y la relación que se tenía puede verse afectada. Habrá que aprender una nueva convivencia.
Ocupa el tiempo
Al menos hasta que hayas asimilado esta nueva etapa y te hayas acostumbrado a la sensación de haberte jubilado, es conveniente también ocupar tu tiempo. Esto no significa rechazar tus emociones y actuar como si no pasara nada. De lo que se trata es de darte el tiempo que necesites para aceptar la jubilación y lo que implica, pero sin dejar que la marea de sensaciones te arrastre y te bloquee.
Por lo tanto, está bien si a veces sientes nostalgia del pasado y echamos de menos tu trabajo. Es normal y debes dejar que tus sentimientos salgan a flote, pero no dejes que estos se apoderen de ti. Para ello, planifica tu día y concéntrate en lo que estés haciendo en cada momento.
Haz actividad física
Algunos trabajos implican un número de elevado de horas sentado o de pie, lo que repercute negativamente en la salud. Sin embargo, la jubilación puede suponer una inactividad mayor, tanto mental como física.
Para esta última, te sugerimos realizar alguna actividad física diaria que te guste. Puede ser algo tan sencillo como salir a caminar o practicar algún deporte que te guste. Cumplir años no es impedimento para mantenerse en forma. Aunque no tengamos la misma capacidad o fuerza que hace cuatro décadas, sigue siendo perfectamente factible gozar de buena salud y en una adecuada condición física.
Descansa
Si bien hemos dicho que debes hacer alguna actividad física para estimular el cuerpo y la mente, también es hora de darse un merecido descanso. La vida laboral va acompañada de muchos madrugones, horas extra, jornadas que nunca parecen acabar, estrés y preocupaciones.
Con la jubilación, quizás vengan otras dificultades, pero al menos se te presenta la oportunidad de descansar como nunca antes lo habías hecho. Disfruta de las mañanas pasando más tiempo en la cama, usa las horas del día para planes que siempre te perdías por tener que trabajar y relájate por las tardes sin el estrés de tener que acostarte pronto porque debes madrugar.
Contrata un plan de pensiones
Uno de los grandes malestares que provoca la jubilación es la incertidumbre económica de cara al futuro, al reducirse los ingresos y el poder adquisitivo cuando se comienza a cobrar la pensión en lugar del salario.
Para poder disfrutar de un complemento que te dé tranquilidad y también una mayor comodidad en el día a día, te recomendamos contratar un plan de pensiones lo antes posible. De este modo, cuando finalmente llegue la jubilación, contarás con esta ayuda extra.
En Assegur contamos tanto con planes de pensiones como con seguros de jubilación. Este último te dará una mayor seguridad para el futuro, pero sin renunciar a la garantía de poder disponer de tus aportaciones cuando lo necesites, de manera total o parcial en función de la situación que se produzca. Además, tendrás un rendimiento anual garantizado.
En lo que respecta al plan de pensiones, recibirás las aportaciones cuando llegue la jubilación, con la posibilidad de un rescate previo ante situaciones de desempleo, enfermedades, graves o cambio de residencia fiscal, entre otras que contemple la ley.
Si quieres más información sobre alguna de estas dos opciones, puedes consultar nuestra página web o contactar con Assegur directamente.