La batería del coche es una de las piezas que tarde o temprano comienza a dar problemas, puesto que están sometidas a un uso continuo y un mantenimiento inadecuado puede deteriorar su vida útil. Pero, ¿cuáles son los motivos por los que pueden empezar a dar fallos? ¡Hoy te lo contamos!
¿Para qué sirve la batería de un coche?
La batería de un coche tiene la función de suministrar energía eléctrica para que el coche pueda arrancar. Es decir, que almacena energía en su interior para que posteriormente el motor de arranque, el sistema de iluminación o la radio puedan funcionar. No obstante, como todas las piezas que conforman un vehículo, tiene una vida limitada y cuando esta empieza a llegar a su fin, los problemas no tardan en aparecer.
El diseño de una batería consta de ciclos de carga y de descarga. Esta última tiene lugar al arrancar el motor, mientras que para la carga es necesario que el alternador comience a funcionar y genere electricidad, que se acumulará progresivamente en la batería. Aunque estos ciclos son variables, sí que es posible tener una idea aproximada de lo que dura una batería.
Así, la batería se va descargando de manera natural, pues su función es la de suministrar la energía eléctrica que tiene al motor de arranque y demás elementos eléctricos que tiene el vehículo. Cuando el funcionamiento es el adecuado, se irá recargando con el alternador, tal y como hemos indicado. Sin embargo, hay veces en las que esto no sucede; puede deberse a varios motivos que hoy vamos a conocer.
¿Cuánto dura una batería del coche?
Las garantías de la batería de un coche suele estar alrededor de los dos años, pero eso no significa que esta sea su duración. La vida útil normal suele ser de aproximadamente cinco años, aunque como cualquier pieza en un coche, esta cifra puede variar por multitud de razones.
Por ejemplo, aquellos coches que circulan principalmente en ciudad, realizarán ciclos de carga y de descarga mucho más frecuentes que quienes lo hacen por carretera en trayectos de larga duración; en estos, el motor de arranque se activa únicamente al salir y el vehículo se detiene al llegar a destino.
Por otra parte, las baterías que traen los coches por defecto suelen tener una vida más larga que las que habrá que ir adquiriendo en los años posteriores. El motivo se debe a que el propio vehículo se va deteriorando con el paso del tiempo y las cargas que se realizan son de peor calidad, lo que a su vez repercute en el consumo de la energía y la utilidad de la batería.
Para valorar si la batería del coche está comenzando a dar fallos, puede medirse su voltaje tanto en reposo como durante la carga. Cuando se encuentran en reposo, el voltaje mínimo suele situarse en los 12,5 V. Pero cuando está en carga este puede superar los 14 V. A medida que esta cifra va descendiendo, significa que la calidad se está viendo afectada y que los problemas no tardarán en aparecer. Con esto claro, ¿cuáles son entonces las demás causas por las que la batería puede deteriorarse?
Causas del deterioro de la batería
Carga de la batería insuficiente
Para que la batería del coche se recarga completamente es necesario el alternador, puesto que es este el que se encarga de la carga. Pero la carga no se produce de manera inmediata, sino que es necesario que transcurra un tiempo determinado para que suceda así. Si con frecuencia realizamos trayectos muy cortos que nunca le permiten llenarla del todo, la batería acabará por resentirse y comenzar a presentar problemas en su funcionamiento.
Para evitar que esto suceda, se trata simplemente de realizar trayectos que tengan algo más de duración. Dado que es difícil saber el tiempo exacto de una batería en particular, se recomienda que el trayecto sea de unos 45 minutos de duración y que la velocidad se mantenga constante. Es decir, que hará que circular por autopista o por carretera y no solo por ciudad. Lo ideal es hacerlo por lo menos una vez a la semana.
Revoluciones excesivamente bajas
Nuestra forma de conducir también tiene consecuencias en la batería. Además de tener en cuenta la conducción eficiente, es conveniente prestar atención a aspectos como las revoluciones. Si además de circular con las revoluciones muy bajas, los trayectos son de muy poca duración, no solo la carga será insuficiente, sino que será de mala calidad.
Lo ideal para que la carga sea efectiva y contribuya al buen funcionamiento es que el motor funcione a un mínimo de 2.000 rpm, que si se incrementan hasta las 2.500 rpm será mejor aún. Pero hay que recordar aquí que cada motor tiene sus propias cifras y que estas pueden variar ligeramente.
Batería antigua o en malas condiciones
El tiempo siempre pasa factura y no hay nada que podamos hacer para evitarlo. A diferencia de las baterías que se adquieren, las de fábrica duran más, tal y como ya indicamos. La duración se sitúa entre los seis y los ocho años, pero puede alargarse hasta los diez si se presta atención a su cuidado.
Si este tiempo ha transcurrido y tu batería está fallando, es muy probable que haya llegado el momento de cambiarla por una nueva. Recuerda que para retrasar este momento, es conveniente desconectarla si vamos a estar más de una semana sin mover el coche.
De esta manera evitaremos que se descargue, pues esto puede contribuir a que se estropee antes de lo previsto. Si tu batería es de litio, resistirá mejor a las descargas completas, pero si es de plomo irá acumulando el daño.
Usar el equipamiento con el coche parado
Otra causa que contribuye a dañar la batería del coche es utilizar la radio y otros elementos eléctricos con el motor apagado. Si estás esperando a alguien o has hecho una parada de descanso, es preferible que utilices el móvil para escuchar música o que la detengas durante el tiempo de la parada.
Aunque la descarga se produzca a un ritmo bajo, está teniendo lugar, por lo que contribuye también al daño progresivo. Los coches modernos están peor diseñados en este aspecto, ya que encienden y apagan todas las luces cuando se abre o cierra el coche, lo que aumenta el consumo.
Alternador en malas condiciones
Cuando arrancamos el coche y no se enciende ningún piloto, lo primero que pensamos es que la batería está descargada. Y si bien puede ser así, no es la única causa. El problema puede estar en el alternador, que como ya dijimos, es el que se encarga de recargar la batería. Si este está en mal estado o no funciona bien, las cargas de poca calidad terminarán por dañar también a aquella. Por lo tanto, nunca viene mal verificar también cómo se encuentra el alternador y el regulador.
Para verificar el primero se utiliza un aparado llamado multímetro, que lo tendrán disponible en tu taller de confianza. En cuanto al regulador, este puede durar todo el tiempo de uso de un vehículo o presentar fallos. De ser así, suelen aparecer a partir de los 150.000 o los 200.000 km.
Problemas con los consumos eléctricos
Otra de las causas por las que la batería del coche puede deteriorarse hasta el punto de fallar por completo son los elementos eléctricos que lleva el propio vehículo. Si alguno de estos está dando problemas, quizás incluso cuando el coche está apagado y desconectado por completo, se siga haciendo un consumo eléctrico, que, por tanto, está tirando de la batería.
El origen suele estar en equipamientos que se hayan añadido posteriormente a la compra y que no se hayan instalado correctamente. Y si se trata de los originales, que se encuentre en mal estado. También puede suceder que nos dejemos alguna luz encendida y no dispongamos de un piloto visual o acústico que nos avise, lo que hará que la batería se vaya descargando progresivamente.
Los problemas con la batería del coche son inevitables, pero si quieres disponer de opciones si te pasa, ¡contrata un seguro de coche que incluya la asistencia en carretera! Y si quieres conocer más noticias como esta, ¡te esperamos en las redes sociales!