El mantenimiento de la moto es fundamental si queremos reducir las probabilidades de una avería y alargar su vida útil. Esto incluye, entre otras cosas, engrasar la cadena. Si no tienes claro cómo debes hacerlo, aquí te dejamos algunas pautas.
Qué saber antes de engrasar la cadena de la moto
Antes de proceder a engrasar la cadena, es conveniente limpiarla antes. Cuando circulamos, las partículas de polvo y otras sustancias se van acumulando y formas incrustaciones. Para hacerlo, podemos utilizar productos específicos para la limpieza como el WD-40.
Una vez que hemos hecho esto, podemos continuar con el siguiente paso. Aunque no es una labor difícil, sí debemos prestar atención a algunos detalles, como por ejemplo la frecuencia con la que debemos hacerlo.
Lo recomendable es engrasar la cadena cada aproximadamente 1.000 km, siempre y cuando las condiciones meteorológicas sean estables. En aquellas zonas en las que hay mucha humedad o en entornos muy sucios, es preferible hacerlo antes. La lubricación contribuye a mejorar el roce con el cambio, de forma que evita el desgaste progresivo de los elementos internos.
Cómo debemos engrasarla
Para engrasar la cadena, primero debemos tener en cuenta el tipo de moto. Aquellas con caballete central se subirán en él para poder mover la rueda trasera con la mano. Cuando constan de una pata de cabra, lo adecuado es utilizar un caballete trasero como los que vemos en la competición. Otra opción son los elevadores laterales de moto. Lo importante en cualquier caso es que la moto tenga estabilidad.
Para el engrase, debemos utilizar productos especiales para ello. Así, lograremos la adherencia adecuada y mantendrá sus propiedades incluso cuando el ambiente tiene más humedad de lo normal. La misma marca mencionada anteriormente cuenta con ellos e incluyen una sustancia que protege contra la corrosión. No obstante, es válido para cadenas O, X y Z ring.
Como apunte, al engrasar la cadena el motor debe estar apagado y la marcha en punto muerto. De lo contrario, corremos el riesgo de pillarnos los dedos. A la hora de hacerlo, apuntaremos con el spray al interior de la cadena, y mientras la rociamos iremos dándole vueltas a la rueda trasera a baja velocidad.
Con esta sencilla acción, lograremos lubricar el interior de los eslabones antes de que la grasa se endurezca. Otra recomendación es no salir a circular al momento de haber rociado la cadena con el producto. De hacerlo, este podría no adherirse lo suficiente. Para finalizar la operación, limpiaremos los restos de grasa con un trapo.